CONCIENCIARNOS Y CONCIENCIAR.
He querido centrar mi última
reflexión de esta experiencia dinamizadora en mi diario de aprendizaje haciendo
hincapié en el concepto de la CONCIENCIACIÓN;
Primero CONCIENCIARNOS nosotras de
que podemos y valemos (pues creo que aún hay un largo camino en este punto)
para posteriormente estar capacitadas y CONCIENCIAR
y educar alrededor nuestro.
Educar
desde la infancia, a nuestros hijos e hijas en igualdad y en valores pro
igualdad, evitando caer en estereotipos que ya han de quedar obsoletos.
Hacer ver a mi hijo que es bueno en baile, y
que no tiene que sentirse extraño por ser el único niño en la clase de baile
pues puede y debe continuar si quiere y si le gusta. Animar a mi hija a jugar
al baloncesto si es lo que le gusta y lo que le hace feliz, y que no debe
dejarse intimidar por ser la única niña en el equipo.
Educación
desde el colegio en estos valores, desde los primeros años de infantil y
primaria que es donde se forja en las mentes de los más pequeños estas
diferencias de género y crecen y maduran con ellos siendo después, en la
juventud y edad adulta, mucho más difícil la modificación de los esquemas
mentales y de los estereotipos que ya arraigados.
Concienciarnos
como mujeres, que, tanto en las tareas del hogar, como del cuidado de los hijos
y mayores, tenemos y debemos repartir tanto la carga física como la Carga
Mental, tan agotadora o más que la primera. Concienciarnos y Concienciar de que
ambos progenitores por igual tienen la misma e idéntica necesidad de Conciliar,
y que salvo en cuestiones puramente físicas como el parto y la lactancia
materna todos los demás aspectos son absolutamente compartibles.
-Concienciarnos
de que como empleadas públicas estamos al mismo nivel hombres y mujeres, de que
hemos logrado nuestra plaza en la Administración Pública por nuestros propios méritos
y nuestra capacidad, y que al igual que la hemos logrado, podemos y debemos
hacer todo cuanto esté a nuestro alcance para conseguir una promoción en la
carrera profesional, para poner fin a lo que se conoce como “techo de cristal”.
En nuestra labor por ello, implica
mantener una actitud fuerte y de superación ante las posibles desigualdades que
podamos percibir en el ámbito laboral, así como invertir todos los recursos y
esfuerzos en evitar que se produzcan.
-Concienciarnos
y Concienciar de que no podemos tolerar discriminación de ningún tipo por razón
de género y que si estas situaciones se producen existe la obligación moral de
denunciar.
Sólo así iniciaremos el largo
camino que queda por recorrer hasta conseguir la IGUALDAD REAL, y ese será el legado que le dejaremos a la Sociedad.
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